A veces hay que tocar fondo para salir del hoyo

Siento una angustia extraña que invade mi interior y no encuentro razón:
¿Te ha pasado que hay días en los que despiertas y simplemente no tienes ganas de nada? ¿no tienes fuerzas? ¿no tienes motivos para salir de la cama y afrontar un día más?, seguro que si y muchas veces preguntamos a nuestro interior ¿Qué me pasa?, no encontramos la respuesta específica, pero no dejamos de sentir muchas cosas como tristeza, pero no sabemos porque, nostalgia, angustia, un vacío en el pecho que ni el sol radiante que salió ese día, que no podías levantarte de tu cama, lo llenaba, empiezas a buscar respuestas dentro de ti, pero no las encuentras, te desesperas, no lo entiendes, y de pronto suena una voz (de mamá quizá) o simplemente un notificación de whatsapp, una llamada y oh sorpresa son tus amigos que te invitan a disfrutar el día de sol, pero tú aún sin entender el por qué dices que no, y todos preguntan ¿por qué? Y tu respuesta es porque no quiero, quizá sale un comentario por ahí que te dice: “seguro juergueaste anoche y quieres seguir durmiendo” y tu media(o) molesta(o) dices: ¡no!, no quiero salir y punto, y de pronto llega la pregunta: ¿estas bien? Y respondemos como es de costumbre: “si, estoy bien”; a pesar que internamente tenemos todo destruido y lo peor de todo es que no sabemos el por qué.

Así pasa un día más, no logras conciliar el sueño y llega otro día de mierda más, si porque para ti todos los días se han convertido en una porquería, ya nada llena ese vacío que hay en tu interior, para ti lo que antes era emocionante simplemente ya no lo es, lo que antes era delicioso ahora ya no tiene el mismo sabor, pero haces las cosas, comes (si tienes algo de ganas o te obligan), pero la mayoría de veces no lo haces, porque sientes como si el día anterior hubieras comido un super banquete y tienes la comida atorada ahí en la garganta y simplemente ya no entra nada más, entonces empiezas a sentirte raro(a) porque sabes que no es normal lo que te esta pasando, decides visitar a un médico y escuchas las palabras en conjunto, esas que son poco conocidas y te pueden llenar de miedo: usted es ansioso depresivo, de pronto se dibuja una incógnita tremenda en tu rostro, en tu cabeza, y cada vez entiendes menos, es ahí donde a aparte de no tener ganas para muchas cosas empiezas a sentir vergüenza y miedo al rechazo, si pues porque dije que visitas al médico, pero no dije de que especialidad y obviamente he ahí la vergüenza decir que fuiste a un psiquiatra porque eso es sinónimo de estar loco y tener enfermedades “raras”; y de pronto tu cerebrito empieza a decirte: oye, obvio esto no se lo vas a contar a nadie porque te quedarías sin amigos ¿te imaginas si les cuentas?, no, no, no, tú sigue diciendo que estas bien, (y empieza una conversación interna) tú dices: pero a mis padres si debo de decirles (porque además el psiquiatra al verte asistir sola(o) te sugirió que lo conversemos con ellos), pero tu cerebro dice: “pero ellos se preocuparan porque tiene un/a hija(o) rara(o)”; de pronto empiezas a intentar lidiar con esa conversación interna para que te ayude a tener una buena salida, mientras eso sucede llega un día más, es un poco tarde, las ganas aún no han vuelto, se fueron de vacaciones y no sabemos hasta cuando, y es ahí donde escuchas la voz de mamá que dice: “despierta y levántate de esa cama” - tú respondes: “no puedo” – mamá dice: “¿cómo que no puedes?, eres un/a ocios@” – tú: no mamá de verdad no tengo ganas, no puedo – mamá: “que ha pasado ¿estas triste? Porque si es así para la tristeza existe una solución, levanta las manos hacia arriba, levántate y di yo puedo y ya, todo es cuestión de fuerza de voluntad  - Tú (en silencio): y ¿de donde se supone que debo sacar esa fuerza de voluntad, si la voluntad esta, pero no la fuerza?, pero le dices: ojala pudiera explicarte lo que siento, pero se que no me entenderías … y tus ojos se llenan inundan de lágrimas y solo tienes ganas de llorar porque te sientes mal, porque no tienes fuerzas, porque no tienes ganas, porque no sabes cómo explicar lo que sientes y piensas por un momento que eres rara(o), que eres un/a anormal, que no entiendes el por qué de lo que te esta pasando y solo quieres estar sol@ porque sientes que mereces eso, la soledad, por ser diferente a los demás, te encierras en ti, en tu “mundo”, estas harta(o) de que el día siguiente llegue pues ya no quieres que pase un día más, la noche es la más terrible y tediosa pues no puedes dormir y tu cerebro no se cansa de decirte cosas (y no, no estas loca(o), a todas(os) nos habla una voz interior, pues es cierto la existencia de nuestra buena y mala influencia que habita dentro de nosotros, esas que muchas veces sin darnos cuenta nos ayudan a tomar buenas o malas decisiones, pero como no te pasa lo que a otras (os) si, no la identificas y es muy diferente a la paranoia OJO), y a la vez te cansas tú porque ¿Qué ser humano puede aguantar tal cosa? Y el cansancio muchas veces nos lleva a tomar decisiones determinantes, esas de las que también nos da miedo hablar porque te tildan de “débil”, pero si supieran todo lo acumulado y desgastado que esta tu interior que ya no te quedan fuerzas para más, muchas(os) llegan a cumplir su cometido, otras(os) a pesar de llegar  a tomar la decisión esta no se concreta por suerte, por ayuda, porque Dios o en lo que creas así no lo quiso, y decides seguir en tu lucha, esa internar, pues les digo que no hay nada peor que pelear contigo mismo y no vas a saber quien lo hace pues mucho de ellas(os) pueden estar mostrando una sonrisa normal ahora mismo.

En esa lucha, porque es constate, nos tardamos mucho en darnos cuenta que no estamos sol@s, que a pesar que eso que sentimos no tiene explicación, porque solo hace falta sentirlo para entenderlo, no necesitamos explicarlo porque como tú hay mil más y me quedo corta diciendo ese número, pero que también hay gente muy buen dispuesta a ayudar, a tender su hombro para que puedas llorar y no te va a preguntar nada simplemente te va a escuchar o limpiar esas lagrimas inexplicables, pero sobre todo cuesta superar la vergüenza y la creencia de que los ansioso depresivos somos una especie rara en este mundo, que supuestamente somos poquitos y que deberíamos armar un club para encerrarnos solos y evitar que el mundo nos juzgue o nos señale algo así como los “emo” (según esa sociedad que aún desconoce del tema), pero NO, no somos raros, no somos anormales, tenemos una enfermedad SI y la tenemos que tratar también, pero los anormales son aquellos que juzgan, señalan, se ríen o piensan que el estado depresivo es estar triste por “huevadas” o porque si, que es una exageración, etc, pero tú, el, ella o yo no, porque tenemos una enfermedad, y estar enfermos no deber significar sentir vergüenza, pues a cualquiera le puede pasar, debemos tener en cuenta que la depresión es una enfermedad muy parecida al cáncer y es la segunda causa de muerte a nivel mundial, si leíste bien, a nivel mundial, no de tu barrio, no, sino entre millones de personas, es decir si sigues considerándote rara(o) hay millones mas con tú o como yo; y a pesar que pasa un día mas de mierda como lo es para nosotros, en el camino largo y duro empezamos a encontrar nuestra fortaleza, y empezamos a hacer de la ansiedad y la depresión nuestras mejores amigas porque nos acompañaran siempre, pero como ya son nuestras amigas no nos harán mucho daño, como dicen por ahí “si no puedes con el enemigo únetele” y el camino se hará menos pesado, y si reconoces lo que tienes y no te da miedo, ni menos vergüenza, pides ayuda haces que la carga sea mas ligera, empiezas a volver a vivir, a encontrarle sentido a las cosas; yo también leí mucho sobre esto y cada vez que leía algo así decía ¿Cómo lo hace? ¿Cuál es el negocio? Jaja, y lo haces cuando te aceptas, te quieres, y encuentras que la fuerza esta en ti, que obvio tus enemigas “la depresión” y “la ansiedad” te impiden que salga, cuando buscas ayuda estas se doblegan y no les queda mas que unirse al lado oscuro de la fuerza 😊, se empiezan a llevar bien, caminan juntas, obvio existen peleas, pero son más fáciles de solucionar.

Recordemos que para empezar la vida no es fácil, pero ¿Quién dijo que lo fuera? Y si le añadimos a nuestras queridas amigas mas complicado aún, pero estoy convencida que, si nos toca, nos tocó porque eso nos hará unos super humanos, con más fuerza, con más valentía y podremos mirar a este mundo desde otra perspectiva un poco más amplia quizá. Por ello digo que a veces es necesario tocar fondo para salir del hoyo, porque si ya estas en lo mas profundo lo único que te toca es resurgir y empezar a subir, lo cual te ayudará a salir, y no permitas nunca que nadie te diga que hay personas con peores problemas y que lo tuyo es simple, porque cada persona es diferente y afronta lo que le toca según como es, y este es nuestro proceso, en el cual yo continuo aún, pero no escribo esto para recibir pena, tampoco elogios de guerrera, lo escribo porque se que en algún lugar hay alguien que necesita saber que no esta solo o sola, que no es raro o raro y que lo que nos pasa es normal, lo escribo porque estoy segura que muchos y muchas sufren en silencio, que en verdad hay quienes si están solos y ojala esto les pueda servir para que sepan que hay mas vida que humanos que nos decepcionan, porque al final la causa de la depresión es la humanidad.




Comentarios

  1. Hermosa Reflexión Kath 😍 que gusto poder leerte.Bendiciones.

    ResponderBorrar
  2. Gracias, espero sigas leyendo y compartiéndolo <3

    ResponderBorrar
  3. Necesito ayuda urgente, he intentado el suicidio muchas veces y me he detenido por cuidar a mi familia pero no puedo más, busque ayuda pero en el seguro no te toman enserio y el trabajo tampoco te dan permisos para terapia, no se ha donde acudir, mi historia de maltrato es larga quiero salir pero no se como, ayúdenme, gracias

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

NO ES DEBILIDAD, ES DEPRESIÓN

Si, soy intensa y no estoy loca