Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2018

SOLTAR, TAMBIÉN ES SANAR

¿Cuánto nos cuesta soltar los que sentimos, lo que pensamos, etc? Eso que lo sentimos como un nudo grande en la garganta, que nos ahoga, que nos presiona el pecho, que lo describimos como algo que simplemente esta por explotar dentro de nosotros, pero aún así no puedes decirlo, no puede salir y se queda como algo que te va consumiendo poco a poco ahí dentro, algo que no sale por miedo o por vergüenza, las dos grandes amigas de la ansiedad, esas que la alimentan porque mientras mas miedo sentimos y más vergüenza tenemos la ansiedad se incrementa y hace que nos angustiemos, que no podamos dormir, que no podamos comer (a mi me paso) porque simplemente estas lleno o llena y no necesariamente de comida sino de palabras que nunca dijiste, de cosas que no hiciste, de sentimientos que nos manifestaste, y aunque parece mentira e increíble de creer eso nos tiene tan saciados que ya no hay espacio para un bocado más, y muchas veces no entendemos que la solución es SOLTAR, dejar ir todo aquell

Si, soy intensa y no estoy loca

Muchas veces deseamos conocer mucho de la gente que nos rodea, saber que les gusta, que les molesta, virtudes, defectos, etc, pero nos hemos puesto a pensar si en verdad ¿nos conocemos a nosotros mismos? Y peor o mejor aún ¿nos aceptamos y no nos avergonzamos de lo que somos?, pues les cuento a lo largo de mi vida, desde el día que descubrí el sentimiento más bonito que existe o debería existir en el corazón de todos los seres humanos (el amor), no me había dado cuenta que era una persona intensamente amorosa, o lo negaba porque el simple hecho de decir esa palabra para mi y mi entorno era malo y significado de “loca”, pero ¿por qué soy intensa? porque soy de las personas que cuando quiere, quiere de verdad es decir entrega todo el alma y el corazón, porque quiere que la otra persona sienta ese afecto, porque dentro de mi intensidad e ilusión creía en el “para siempre”, y como era para siempre tenía que cuidarlo con mucho amor, porque para mi solo así podían prosperar las cosas.

A veces hay que tocar fondo para salir del hoyo

Siento una angustia extraña que invade mi interior y no encuentro razón: ¿Te ha pasado que hay días en los que despiertas y simplemente no tienes ganas de nada? ¿no tienes fuerzas? ¿no tienes motivos para salir de la cama y afrontar un día más?, seguro que si y muchas veces preguntamos a nuestro interior ¿Qué me pasa?, no encontramos la respuesta específica, pero no dejamos de sentir muchas cosas como tristeza, pero no sabemos porque, nostalgia, angustia, un vacío en el pecho que ni el sol radiante que salió ese día, que no podías levantarte de tu cama, lo llenaba, empiezas a buscar respuestas dentro de ti, pero no las encuentras, te desesperas, no lo entiendes, y de pronto suena una voz (de mamá quizá) o simplemente un notificación de whatsapp, una llamada y oh sorpresa son tus amigos que te invitan a disfrutar el día de sol, pero tú aún sin entender el por qué dices que no, y todos preguntan ¿por qué? Y tu respuesta es porque no quiero, quizá sale un comentario por ahí que te dice: